Por Oscar Sánchez Roa
Ya hace unos cuantos días que dejamos atrás otro año, y con ello retos y/u oportunidades perdidas o alcanzadas, posibles nuevas experiencias o también repetidas (quizás demasiado según los gustos de cada uno), pequeños o insinificantes momentos, aunque también los habría grandes... en definitiva, otro año. Y como este reportaje es de temática meteorológica, todo lo anterior estará referido a ella.
Para un aficionado a la meteorología, el año pasado habrá visto como se le escapaban tormentas o por fortuna las pillaba; puede que alguno haya visto, o le haya dado una importancia que anteriormente no le daba, a algún fenómeno meteorológico; también se haya cansado de la monotonía de los días anticiclónicos con Sol o nieblas; puede que alguno de vosotros le haya dado importancia a pequeñas cosas que otros no las damos, como por ejemplo la escarcha en una tela de araña. Y en cuanto a esos grandes momentos no sería para nada descabellado afirmar que, a pesar de no tener grades nevadas, que apenas haya habido tormentas o que la lluvia haya sido escasa, los ha habido y abundantes (amaneceres, atardeceres, nieblas y con ello los mares de nubes, heladas...).
Foto 1- ¿En soledad?
Sierra de Toloño (Álava), 12-03-2016.
Podemos empezar con un meteoro que el pasado año no destacó por su presencia, y así en uno de los pocos días que la tuvimos cerca, uno pudo inmortalizar este momento, y en el que uno puede pensar en si ese árbol solitario lo estaba de verdad o era el centro de todos los demás que le rodeaban (acompañaban).

Foto 2- Momento primaveral
Tierra Estella (Navarra), 28-05-2016.
Para la segunda foto he elegido este "momento primaveral", y más concretamente del mes en que fue tomada, con unos altoestratus opacus mamma sobre un paisaje típico de esos días.

Foto 3- La tormenta y el atardecer
Casalarreina (La Rioja), 03-06-2016.
Un auténtico momentazo para los amantes de la meteorología si juntamos unos cielos tormentosos y una puesta de Sol.

Foto 4- Nubes de foehn al anochecer
Samaniego (Álava), 31-07-2016.
Típicas nubes formadas en la Sierra de Cantabria cuando desde los estratos provenientes desde la otra vertiente, la norte en este caso, chocan contra dicha Sierra, encontrándose al otro lado, es decir, al que nos encontramos, con un aire más cálido y seco.

Foto 5- Cortinas
Labastida (Álava), 26-08-2016.
En un Verano tan escaso en lluvias, la llegada de aquellas lluvias hizo "calmar en parte la sed" de aquellas tierras secas y polvorientas; y lo fue sólo en parte por los discretos datos de precipitación que se dieron, en consecuencia con aquel estío.

Foto 6- Tras la tormenta
Labastida (Álava), 14-09-2016.
Así quedaron los cielos sobre mi pueblo en una tarde en el que la inestabilidad fue la protagonista.

Foto 7- La niebla en el ocaso
Sierra de la Demanda (La Rioja), 08-10-2016.
Durante esa tarde, aquella sierra con sus picos de más de 2000 metros fueron "invadidas" por stratus (fractus sería nuestro caso) que anunciaban un cambio de tiempo más frío y húmedo.

Foto 8- Brumas en La Rioja
Rivas de Tereso (La Rioja), 15-10-2016.
Nieblas, neblinas o brumas son los hidrometeoros de los que, aún siendo destacables su presencia (unos años más que otros) por estas tierras, uno no se cansa, aún siendo más agradable para quién escribe, todo haya que decirlo, apreciarlos desde fuera.

Foto 9- Dentro de la niebla
Labastida (Álava), 29-10-2016.
Durante esa mañana, una cerrada niebla nos "envolvía" a mí y a aquel viñedo, junto a la silueta casi fantasmagórica de unos árboles situados algo más distantes, aunque en menor medida de lo que pudiera parecer.

Foto 10- Fría mañana en el parque
Munich (Alemania), 07-12-2016.
El Sol de ese día ya había provocado que la presencia de la escarcha hubiera reducido su porción. Aún así, y dado el lugar en la que ésta se encontraba, uno puede darse a la idea de que se trataba de una mañana fría.

Fotos 11 y 12- Y el año acabó "helador"
Montaña Alavesa (Álava), días 30 y 31-12-2016
Nieblas persistentes y heladas de cierta intensidad fueron la nota predominante durante los últimos días; y en el caso último, el de las heladas, la zona de la Montaña Alavesa, es donde se suelen dar los mejores registros de todo el País Vasco.
